Un Verdadero hijo De Dios

"Quien puede sentir amor por sus semejantes es una buena persona, aquel que siente amor por aquellos que son diferentes, es un hijo de Dios."
                                              Johnny Berríos


En un mundo tan cambiante las personas van de aquí para allá sin demostrar nada en sus rostros que no sea prisa. Vivimos en un mundo rodeado de ira, rencor y competencia en donde solo el que mas grita sale adelante y lo dejan en paz.


Las personas se han olvidado de amar, de ser compasivos, de vivir en armonía con los que los rodean. Se han olvidado de vivir sus vidas para vivir el antagonismo desmesurado de creer tener la razón. Aman la discordia mas que a su propia vida y sienten que estan en lo correcto al denigrar la reputación de otro, sin que se den cuenta que en el proceso estan dejando a un lado su verdadera felicidad y su salvación.


Ya casi nadie ora en la mesa, casi nadie dice gracias, casi nadie te da la mano, pero aún así no hay motivos para seguir en esta cacería facebookera de ver lo que hacen los demas símplemente para criticarlos.


Esta controversia en cuanto al genero, a la igualdad es increíblemente frustrante. Ver como iglesias toman bandos, se mofan unos de otros, se insultan, se atropellan unos a otros y dicen servir a Dios. Violentan los derechos de los demas olvidando que aún hasta los que pecan, cometen errores o se equivocan son tus hermanos y hasta podrías ser tu mismo o yo.


No hay razon para salir a pelear, alborotar ni hacer ruido en cuanto a este ni ningún otro problema en Puerto Rico. Los líderes o iglesias que fomenten esta conducta desordenada y difamatoria contra la comunidad que sea, no merece ser llamada iglesia. Dios es nuestro salvador, nuestro creador y solo a él le corresponde jusgarnos en su debido tiempo. No caigamos en la trampa de líderes que solo buscan llenar sus cuentas bancarias a cuenta de los feligreces incitando a sus ovejas a convertirse en lobos rapaces que creen estar defendiendo las creencias de Cristo.


Nada que sea dirigido a hacer daño a un ser humano, sin importar cuan malo o perverso podamos creer que es, puede venir de Dios. Seamos prudentes. Busquemos la inspiración del espíritu y convenzamos mediante el ejemplo, no mediante la protesta y la gritería. Se que muchos me dirán, pero aun hasta Cristo saco su látigo ante los mercaderes en el templo, entonces les diré que no entendieron su mensaje. Una cosa es profanar la casa de Dios, otra cosa es convertirnos en jueces de Israel.


Cuando la mujer adúltera fue llevada ante Jesús, él no la condeno, aun cuando todo estaba en su contra, él demostro compasión y no la acusá: símplemente le dijo ve y no peques más. Esto de la llamada igualdad de género es solo una trampa del adversario para hacernos caer y cometer el error de juzgar, para que así seamos juzgados.


Olviden el rencor, dejen fuera sus falsas creencias. Olviden la pintura y la capota que llevan puesta en la iglesia, en el templo, en la capilla o como sea que usted le llame a su lugar de reunión y demuestre su verdadero amor por Jesucristo sintiendo compasión por aquellos que no piensan igual que usted.


Es muy fácil amar al que te ama. Es mas, es tan sencillo amar al que te ama, que en realidad yo no se si eso es amor o simple conveniencia. Ame a aquel que no piensa igual que usted. Ame a aquel que no se arrodilla en su misma iglesia. Ame aquel que tal vez no se arrodilla para orar, pero se acuesta con un cielo como techo, con el ruido de autos como sus paredes y que no tiene nada más que el piso que a diario tiene bajo sus pies.


Queremos hablar de igualdad, queremos ser escuchados, creemos tener la solución a los problemas de la sociedad; pues adelante tira la primera piedra para construir, no para criticar.


Invito a todos los que leen esto a tomarnos de la mano y dejar a un lado la discordia, el egoismo, la codicia, la falsedad, la hipocresía y llenar nuestros corazones del verdadero y puro amor de Cristo; y si verdaderamente usted dice que la honra es para Cristo, pues dele la honra de algo bueno, no de peleas insultos y discordia, porque ahí jamás ha de estar Dios.


Vacíe sus manos de todo odio, toda ira y llénelas de amor para regalar al que se encuentr e su camino y si usted quiere convencerlo de que verdaderamente ama a Jesucristo, pues haga lo que haría él, sacrificar su vida por amor de la humanidad.


Dando recibireis el mayor de los galardones, la vida eterna junto al Padre Celestial. Peleando solo encontraras el camino ancho y fácil que conduce a la perdición. Si amas a tu Dios, que se te note en lo que haces no en lo que dices. Los amo y ruego al Señor que todos puedan sentir ese amor por todo hijo de Dios, en el nombre de nuestro salvador y redentor Jesucristo, Amen.

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