De Que Color Es Tu Sueño Parte II

Al llegar hasta la casa de la Mariposa, el Gorrión la encontró muy alegre, con unas alas hermosas. Que hermosas esas alas, le dijo el Gorrión a la Mariposa.

Si, son las alas que me intercambiaste ayer, le contestó la mariposa.

El gorrión no podía creer los hermosos colores de aquellas alas, que un día fueron suyas.

Las alas que me intercambiaste están opacas, quiero devolvértelas y que me devuelvas las mías. No puedo volar con tus alas y los colores no se ven tan brillantes como ayer, le respondió el Gorrión.

La Mariposa le devolvió sus alas al Gorrión y el Gorrión salió volando rumbo a su casa.

A la mañana siguiente el Gorrión salió de paseo por la pradera y se encontró con el San Pedrito.

Que hermoso color tienen sus alas, le dijo el Gorrión al San Pedrito. Me gusta su color verde brillante, ¿no tendrá un par de alas iguales a esas que yo pueda usar?, preguntó el Gorrión.

Tengo un par de ellas en mi casa, si gustas te las puedo intercambiar por las tuyas.

Te las intercambio por las que traes puestas, no se si las que tienes en tu casa me gusten, le dijo el Gorrión al San Pedrito, mientras se quitaba sus alas, para ponerse las alas del San Pedrito.

Nuévamente caminó hasta su casa y trepó de rama en rama para llegar a su nido, pues las alas del San Pedrito le quedaban algo ajustadas y no pudo volar con ellas.

Entró a su habitación y se paró frente al espejo, el Gorrión quería admirar sus nuevas alas.

Para su sorpresa, las alas ya no tenían aquel brillante color verde que lucían las alas cuando el San Pedrito las tenía puestas.

Se fue a la cama muy molesto y se durmió con el deseo de ir a devolverle las alas al San Pedrito.

Se quedó dormido, cansado de tanto caminar y disgustado porque sus nuevas alas, ya no tenían color.

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