Un día de lluvia

Cuando las nubes desde el cielo,
dejan caer sus chispiantes semillas,
es momento de doblar las rodillas
y agradecer a Dios por todo lo bueno.

Cada gota de lluvia, cada suspiro de tu vida, cada esplendor de tu existencia, es tan solo una gota en el mar del plan perfecto de Dios.

Aprovecha cada momento para aprender a aceptar que su voluntad siempre es mejor que la nuestra.

Su plan es de amor y siempre será de bendición, aún cuando no entiendas lo que sucede. Aún cuando no sepamos el objetivo final, siempre su plan será para nuestro bienestar.

Lo mas dificil de ser Cristiano, es aceptar su voluntad por encima de todo, pero es ahí donde tu Fé crece y te armas de valor.

Da gracias a Dios por todo, porque en su inmenzo e incomprensible amor, no hay cabida para lo malo.

Cada cosa que sucede, tiene el propósito de un bien mayor.

Johnny Berríos