En Silencio

Que poco se habla del silencio, pero que mucho se vive en él. Casi nadie reconoce que el silencio, es una parte importante de nuestro diario vivir. En silencio se puede amar, escuchar, sonreir, soñar, pero en silencio también se puede sufrir o vivir, pero hoy quiero hablar de aquellos que viven en silencio. Esas personas que no dicen nada con palabras audibles, pero que gritan en silencio por nuestra ayuda. 

Esas personas son las que a diario  vemos y que pasan frente a nosotros sin decir ni una palabra, pero que si observamos podemos sentir su dolor. Un dolor muy audible que nos pide que obremos y le demos una mano de entendimiento y comprensión, porque su vida se ha sumergido en un caos, que no les permite ni hablar. Caos que los consume y no los deja vivir, solo existir en silencio.

Ese silencio que algunos viven es solo audible a través de la mirada. Esa mirada que se pierde en el infinito y que a nadie mira. Una mirada que parece interior, porque es hacia adentro donde miran sus ojos, como buscando entender lo que no viven, buscando entender lo que sienten. Una mirada fría y silente que observa todo, pero que nadie comprende.

Hoy pude vivir ese silencio al tomar la mano de una amiga. Hoy pude sentir su vacío y vivir en silencio como me perdía en su mirada buscando entender su dolor, sin poder comprender que a veces es mejor solo permanecer en silencio y con una sonrisa dejarle saber, que aunque no puedo saber como se siente vivir en ese silencio, si puedo saber como obrar en su favor.

Pude entender que a veces es mejor ser solidario, que buscar un razonamiento lógico para el comportamiento de un ser, que vive en un mutismo psicológico, que limita su capacidad de comunicar. Mutismo que regula las emociones y llena el rostro de vacíos abismales, que transforman a un ser humano en una momia incoherente. Entendí que  basta tan solo con estar cerca, y que se dice más con la boca cerrada y el corazón abierto. 

Para ti amiga, pero si esto le sirve a alguien más que lo comparta.

Johnny Berríos