He Vivido...

Hace mucho que dejé de pensar en el egoísmo y sus muchas formas de manifestarse. Dejé de pensar en tener y comencé a trabajar en vivir, en amar y ayudar. Hace tiempo que olvidé el yoísmo y me dediqué al amor puro de Cristo.

Hace mucho que olvidé el pasado, pero aprendí de él, y aunque aún me falta mucho por lograr, se que mi partida está tan cerca como un suspiro. Cercana no por que esté enfermo, cercana porque así es la vida terrenal, incierta.

Es la incertidumbre de no saber nada más que tu pasado y tú presente. Solo esas dos cosas estamos seguros de ellas, las demás son tan solo el reflejo de nuestra Fe. Una Fe basada en creencias, en doctrinas y esperanzas.

Esperanzas de un mañana mejor, de una nueva vida, de un nuevo amanecer, que ninguno de nosotros sabe a ciencia cierta si existe.

Es por eso que dejé de pensar en Yo, para agradar un poco más al Creador.

No tengo certeza de nada más que lo vivido y de que quiero agradar al Creador en cada instante que suspiro.

Se que a veces no lo logro. Se que a veces caigo, pero me levanto y vuelvo a emprender, no como el Toro que embiste con ojos cerrados, sin conocer de su muerte segura ante la espada oculta tras la capa del Torero, si no como un pequeño gorrión que con sus alas rotas, aún aletea en el cielo, tratando de alzar vuelo, aún cuando sabe que no podrá volar.

Así es mi Fe, así es que hoy vivo.

Quiero agradar al Creador, pero no alabándolo en una iglesia donde el hombre dice, que es así como el quiere que le alabemos. No sigo a ningún hombre, solo a Dios y por eso quiero agradarle con mis actos, usando como base su amor.

Cada vez que me levanto le doy gracias. Cuando como hago lo mismo y al acostarme igual. Vivo agradecido de su amor para conmigo y aunque sigo muchas veces sin entender, he aprendido que no me toca comprender su obra, es mi deber aceptarla y nada más.

Tal vez sean ciertas mis palabras o tal vez pueda yo estar errado, pero mientras sienta su Espíritu acariciar mi piel, voy a seguir en la dirección que El me ha mostrado.

El Espíritu de Dios me aconseja, y aunque a veces suelo desobedecer, por terco, siempre me alienta y me da las fuerzas para continuar en la batalla.

Esta es mi batalla, mi manera de vivir, mi forma de ver las cosas, mi misión y mi legado en esta vida.

Una vez alguien me dijo que todo lo que en verdad tenemos y lo único que nos llevamos es el Amor de quienes nos amaron y el recuerde de ese amor en quienes amamos, y se quedan para contarlo y recordarlo.

Así vivió Jesús, así trato de vivir.

Hoy día vivimos tiempos difíciles. Tiempos que ponen a prueba nuestra Fe. Yo quiero creer que son solo instantes de prueba y no castigos, como algunos se empeñan en justificar. Para mi solo son días. Momentos que a diario debemos enfrentar para crecer, crear y amar. Días dignos de recordar porque sacaron lo mejor o lo peor de nosotros, y en ellos aprendimos a navegar por este mar de la vida.

Hoy quiero recordar que vivimos tiempos de gloria, de grandeza humana de la mano del Creador. Hoy quiero mirar a lo incierto con la esperanza de que pronto ya no será incierto pues será glorioso.

He vivido mucho y no se cuanto me falte por vivir, pero quiero pensar que no terminaré mis días en momentos como este. Quiero pensar que esto es solo otra experiencia de aprendisaje.

Aprender es la clave para enfrentar el mañana. Sigamos adelante y olvidemos culpar a alguien, mejor recordemos que hicimos para salir adelante. La historia se encargará de otorgar justicia, a nosotros solo nos toca hacer nuestra parte.

Johnny Berríos


Comentarios

Entradas populares