Triada

Camino por mi guitarra
y rompo el silencio al andar,
suspiro notas y alaridos,
mas siempre termino en tu mar.
Vibra tu cuerpo en gemidos,
se esconde el recuerdo en mi paz.

Dulce canción de lo vivido,
en tiempos distantes de solaz,
que fueron de la gloria testigos
y hoy solo tintilan pura libertad.
Ruge en la coda de un adagio
este arpegio en Staccato fugaz.

Da capo en mi mente el presagio
de cómo esta oda va a terminar,
sin saber si tocaré el preludio,
o si la pieza llegó a su final.
Tal vez me quedé en el Ad Libitum
y no vi al director marcando acabar.

Johnny Berríos

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