Mis Dos Amigos Parte II
"Hoy ya no somos ni la huella del pensamiento
que tantas veces nos llevo hasta la locura.
Hoy solo quedan unas suelas desgastadas
y el grato sueño de futuras aventuras."
Futuras aventuras. Eso nunca se acabará en nosotros. Jamás dejaremos de aventurarnos en este viaje efímero por esta vida terrenal. Solo nuestro Padre creador sabe cuándo y dónde acabaran nuestras andadas, nuestros retos, nuestro caminar por el mundo. Solo Dios sabe eso, pero yo si se que esta amistad, que se remonta a nuestra infancia, perdurará hasta el día que demos nuestro último suspiro.
Hoy recuerdo con alegría tantos momentos de felicidad y recordamos con nostalgía cada una de nuestras pruebas. Esas las enfrentamos con valor y nunca miramos hacia atrás a no ser que fuera para aprender de lo vivido. Hoy nos sentimos satisfechos de todo loq ue hemos logrado hacer juntos. Muy pocoas personas perduran en nuestras vidas por tanto tiempo. La familia, los maestros, aquellas personas que nos vieron crecer, muchos ya se han ido. Han pasado al otro lado a morar en espera de la añorada resurrección y nosotros seguimos aquí. Son pocos los que tienen esa oportunidad divina de contar con amigos que nunca fallan. Amigos que no abandonan el barco cuando la tormenta azota con fuerza y las olas casi llenan la barca. Es en esos momentos donde le pruebas al mundo de que estás hecho. Hoy recuerdo cada momento, cada lucha, cada victoria, cada regalo, cada canción.
Yo pienso que la vida es una gran sinfonía, un Opus en el tiempo de amistad. Tu eres el director, tienes en las manos el batón, levantas tus manos en el aire y todos los ojos estan puestos en ti. Entonces agitas tus manos en el aire haciendo que otros las sigan y hagan brotar los sonidos, los silencios, las notas que entonará la orquesta. Son cada uno de tus amigos los músicos que harán tu sinfonía, y hasta será ellos a veces las melodías inspiradas por tus manos. Esa es la vida que he vivido con mis amigos. Un eterno entonar de canciones, rimas, versos, melodías de una orquesta; que sabe cuando comenzo la obertura, pero no tiene la menor idea de cuándo habrá de terminar. La pregunta es a cuantos de esos miembros de la orquesta he dejado atrás, a cuantos he olvidado, a cuantos despedí, a cuantos ayudé a mejorar sus destrezas musicales, a cuántos no pude llegar. ¿Cuántos estarán recordándome de una forma alegre o cuántos no querrán saber de mi. Yo quisiera pensar que no hay uno solo que no se alegre de volver a verme, pero en realidad eso no lo se.
Eso es la vida, solo eso. Una gran sinfonía de entes que se relacionan entre si y hacen de su día a día una gran obra de arte, algo digno de escuchar, admirar y amar, o algo que nadie quiere recibir. Tú decides cómo hacerlo, si bien o mal. Tú diriges el tiempo, los silencios, los solos, las alegorías, las cantatas, las canciones, las poesías, las operas, los musicales, pero más que todo tu eliges cómo las personas en tu orquesta se relacionan contigo. Tu decides si los dejas como espectadores o si los añades a la banda.
Mis amigos y yo llevamos toda una vida juntos, caminando, cantando, llorando o riendo, pero juntos hasta que nuestro Padre Creador decida juntarnos en la vida venidera. Si me dieran a elegir sobre cómo viviría mi vida o con quién, no cambiaría nada porque entonces ya no sería mi vida y no estaría junto a ellos. Mis dos amigos y yo seguiremos caminando.
Johnny Berríos
que tantas veces nos llevo hasta la locura.
Hoy solo quedan unas suelas desgastadas
y el grato sueño de futuras aventuras."
Futuras aventuras. Eso nunca se acabará en nosotros. Jamás dejaremos de aventurarnos en este viaje efímero por esta vida terrenal. Solo nuestro Padre creador sabe cuándo y dónde acabaran nuestras andadas, nuestros retos, nuestro caminar por el mundo. Solo Dios sabe eso, pero yo si se que esta amistad, que se remonta a nuestra infancia, perdurará hasta el día que demos nuestro último suspiro.
Hoy recuerdo con alegría tantos momentos de felicidad y recordamos con nostalgía cada una de nuestras pruebas. Esas las enfrentamos con valor y nunca miramos hacia atrás a no ser que fuera para aprender de lo vivido. Hoy nos sentimos satisfechos de todo loq ue hemos logrado hacer juntos. Muy pocoas personas perduran en nuestras vidas por tanto tiempo. La familia, los maestros, aquellas personas que nos vieron crecer, muchos ya se han ido. Han pasado al otro lado a morar en espera de la añorada resurrección y nosotros seguimos aquí. Son pocos los que tienen esa oportunidad divina de contar con amigos que nunca fallan. Amigos que no abandonan el barco cuando la tormenta azota con fuerza y las olas casi llenan la barca. Es en esos momentos donde le pruebas al mundo de que estás hecho. Hoy recuerdo cada momento, cada lucha, cada victoria, cada regalo, cada canción.
Yo pienso que la vida es una gran sinfonía, un Opus en el tiempo de amistad. Tu eres el director, tienes en las manos el batón, levantas tus manos en el aire y todos los ojos estan puestos en ti. Entonces agitas tus manos en el aire haciendo que otros las sigan y hagan brotar los sonidos, los silencios, las notas que entonará la orquesta. Son cada uno de tus amigos los músicos que harán tu sinfonía, y hasta será ellos a veces las melodías inspiradas por tus manos. Esa es la vida que he vivido con mis amigos. Un eterno entonar de canciones, rimas, versos, melodías de una orquesta; que sabe cuando comenzo la obertura, pero no tiene la menor idea de cuándo habrá de terminar. La pregunta es a cuantos de esos miembros de la orquesta he dejado atrás, a cuantos he olvidado, a cuantos despedí, a cuantos ayudé a mejorar sus destrezas musicales, a cuántos no pude llegar. ¿Cuántos estarán recordándome de una forma alegre o cuántos no querrán saber de mi. Yo quisiera pensar que no hay uno solo que no se alegre de volver a verme, pero en realidad eso no lo se.
Eso es la vida, solo eso. Una gran sinfonía de entes que se relacionan entre si y hacen de su día a día una gran obra de arte, algo digno de escuchar, admirar y amar, o algo que nadie quiere recibir. Tú decides cómo hacerlo, si bien o mal. Tú diriges el tiempo, los silencios, los solos, las alegorías, las cantatas, las canciones, las poesías, las operas, los musicales, pero más que todo tu eliges cómo las personas en tu orquesta se relacionan contigo. Tu decides si los dejas como espectadores o si los añades a la banda.
Mis amigos y yo llevamos toda una vida juntos, caminando, cantando, llorando o riendo, pero juntos hasta que nuestro Padre Creador decida juntarnos en la vida venidera. Si me dieran a elegir sobre cómo viviría mi vida o con quién, no cambiaría nada porque entonces ya no sería mi vida y no estaría junto a ellos. Mis dos amigos y yo seguiremos caminando.
Johnny Berríos
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