Tarde Azul

Una tarde frente al mar
pinté de amor tu espalda,
acaricie sutilmente tu alba
y delinee de blanco tu lar.

Esa tarde en aquel lugar,
los gemidos de las olas,
eran testigos de la historia,
que hilvanamos al amar.

Tiempo de salir y entrar,
en un extasis de pasiones,
que entonaban las canciones,
del deseo y placer carnal.

Una tarde pudimos volar,
con los pies tocando el suelo,
la razon perdida en el cielo
y las almas en la eternidad.

Johnny Berríos


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