Uno de los primero pueblos que tuve la oportunidad de ir a ayudar con el Proyecto Esparciendo Amor. Que gran bendición fue este viaje. Poder ver la destrucción de puentes, carreteras derrumbadas y aún así el espíritu y el amor de la gente de Utuado nos conmovió. Fuimos a servir y fuimos ministrados por padre de familia, que aunque tenia tan poco, no nos dejo salir sin probar al menos los tostones. La jefa no nos dejo comer sopa, pero el caballero insistio en que al menos probaramos algo. No era mucho lo que habia en aquel pequeño plato y tres de nosotros comimos, luego una oración y de regreso a laborar.
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