Carta del Padre a sus hijos

Buenos días hijos míos. Que agradable es estar aquí junto a ustedes. Ahora solo quiero que me escuchen y se dejen llevar. Ahora solo quiero que por un breve instante dejes a un lado todo aquello que perturba tu mente y pienses solo en mí, tu Dios. Ese Dios que envió a su hijo unigénito a morir por tus pecados.


Escúchame hijo mió,
respira profundamente y déjate llevar. Deja a un lado las situaciones pues para tu Dios no hay problemas. Escucha la voz de tu Dios y respira esta paz tan inmensa que se siente en Mi presencia. Yo quiero entrar en tu vida, ayudarte con esas situaciones que para ti son problemas, pero para mi son solo situaciones. Situaciones que te agobian porque no me las dejas a mí. Si, yo puedo resolverlas, pero tienes que dejarlas en mis manos. No temas para mi nada es imposible, pero tienes que creer. ¿Tu crees en Mi? Yo se que crees en MI, pero te pregunto, me crees a mi. Es importante que me creas, que me ames como yo te amo.

Mira si te amo tanto que he enviado a mi hijo a morir por ti para que puedas tener parte conmigo. Vamos ofrece esa situación ante mi para que yo pueda ayudarte.

Hace un rato tu mente se turbaba por esa situación y ahora que la has ofrecido ante mi toda esa preocupación ha desaparecido. Ahora sientes mi paz en ti, que bien se siente aquí, es que en mi presencia esta la verdadera vida, en mi presencia esta la felicidad. ¡Que bien se siente! Esta sensación solo yo puedo dártela. Yo soy el agua viva que una ves la bebes no vuelves a tener sed. ¿Tienes sed hijo mío? Yo tengo ríos de agua viva esperando por ti.



¡Ven calma tu sed!
Solo déjate llevar. Olvida tus penas, respira profundo. Si respira lentamente y muy profundo. Déjame los problemas y toma mi mano, camina conmigo yo nunca te dejare solo.

 Respira lentamente siente mi presencia en el aire que respiras, respira lentamente y siente como tu cuerpo no siente nada mas que el amor que yo tengo en mi para ti. Este amor que es capas de sanar heridas, este amor que llena tu vida de alegría. Una alegría indescriptible que viene solo cuando estas en mi presencia. Así es el amor que por ti siento y que tengo para ti. Un amor que me mantenía clavado en aquella cruz y todo para que tú pudieras tener parte conmigo. 

Tu crees que unos simples clavos podrían detenerme en la cruz, si es así te equivocas, pues lo que me sostenía moribundo, agonizando, sufriendo en aquella cruz era el amor que siento por ti. Yo un Dios me hice carne para librarte del pecado, para que tu fueras salvo, para que tu me creyeras y comprendieras que no existe amor mas grande que el que yo siento por ti. Ese fue mi gran pacto con la humanidad, ahora te pregunto, ¿crees en mí? ¿Me crees a mí? No tienes que contestarme pues yo se tu respuesta.

Yo puedo ver lo que ningún hombre puede ver, tu corazón. Yo puedo ver en ese rincón donde guardas tu verdadero ser, ese ser que yo hice a imagen y semejanza mía. Ese ser bueno, compasivo y amoroso que tu te empeñas en esconder, pero yo puedo verlo. ¿Por qué no lo muestras a los demás? ¿Por qué lo escondes? Ahora que estas aquí ante mí, déjalo salir. Abre las puertas de par en par para que salga y se manifieste y así yo pueda entrar en tu vida y por medio de ese amor yo pueda llegar a otros que necesitan de mí.

Deja que yo entre en ti y tu en mí. Llénate con mi presencia, respira lentamente y vuelve a ser un niño, vuelve a ser como eras ayer cuando yo te di vida. Sigue respirando más y más lentamente, tan lentamente que todo parece detenerse. Que bien se siente aquí conmigo. ¿Quieres sentirte así para siempre? Pues abre tu corazón y déjame entrar, siente la presencia de mi Espíritu Santo obrando en tu vida. Abre las puertas de tu corazón para que yo pueda estar ahí dentro de ti.

Ahora puedo ver en tu corazón a esa persona que viene al Padre con un corazón humilde despojado de toda perturbación. Que hermoso es tu corazón, que muchas cosas maravillosas puedo ver en el, déjalas salir para que otros puedan verlas. Para que otros me conozcan por ti. ¿Quieres servirme? ¿Quieres tener parte conmigo? Pues no debes tener miedo de hablarles de mi, pues yo te daré todo lo que necesitas para llevar mi palabra a todo aquel que yo ponga en tu camino. Ven camina conmigo y no dudes mas, hoy yo quiero hacerte pescador de hombres. Hoy yo te digo Ven sígueme, no debes temer, pues yo soy el camino la verdad y la vida. Sígueme, solo tienes que cargar tu cruz y seguir mi camino, te aseguro que nunca estarás solo.

En tus días alegres caminare contigo y en tus días de tristeza yo te cargare para que no tropieces y te haré descansar cuando estés cansado. Hoy yo estoy esperando por ti y lo he estado haciendo todos los días de tu vida. Ya no me crucifiques más. Yo estoy en cada hermano que te encuentras en la calle, yo estoy  en el enfermo, en el anciano, en el desamparado y en cada situación que a ti se presenta para ayudar a otros. Entonces te pregunto ¿Qué vas a hacer? Me volverás a crucificar.

Cuando alguien te pide ayuda y tú sigues de largo, me crucificas, porque aquello que no hagas por el más humilde de tus hermanos dejas de hacerlo por mí. Cuando hieres a tus padres con tus palabras o tus actos, me crucificas. Cuando engañas a los que te aman, me crucificas y aun con todo y eso yo te perdono 70 veces 7, porque te amo.

¿Me amas hijo mío? Entonces porque te empeñas en crucificarme. Yo soy Jesús tu Dios, el hijo del Padre y nadie va al padre si no es por mi. Me llamas y yo respondo, pero no me escuchas. Me buscas y ante ti me presento y no me ves. Esperas que un día yo regrese, pero si siempre estoy contigo. Me hablas con tu corazón y yo te escucho, pero tu boca dice otra cosa. ¿Me amas hijo mío?
¿Quieres tener parte conmigo? ¿Quieres ver que estoy contigo? Abre tus ojos, mira al lado tuyo. Yo estoy en el campo, en la brisa, en el mar, en la luna y las estrellas, en el sol, el día y la noche y en todas las cosas tan bellas que he creado para ti, pero mas que nada estoy en esa hermana y ese hermano que tienes al lado tuyo. Estoy en esas situaciones que a diario vives, esperando que me bajes de la cruz y no me crucifiques nunca más.

Johnny Berríos

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