Gatiña y la Princesa Andrea Isabella

En el mar Gatibe rodeada de arrecifes y cristalinas arenas, había una islita llamata Gati Rico. En ella vivía una gatita de decendencia Boricua y Francesa llamada Gatiña.

Esta hermosa y risueña gatita le gustaba dar vueltas en la cama antes de irse a dormir. Ella brincaba, ronroneaba gurrrr, burrr, purrr y daba vueltas y vueltas en su cama antes de recostar su cabeza en la almohada y quedarse dormida.

Cuando su mamá le decía: "Purrrrr, Gatiña, ya es hora de dormir" Gatiña iba a toda prisa y se lavaba sus colmillitos, se ponía su pijama de princesa y hacía sus movimientos habituales de brincar y saltar antes de acostarse a dormir.

Gatiña decía que si daba vueltas y saltaba un poco, esto le hacía perder el miedo a quedarse solita en su cuarto, ella enfrentaba ese miedo de dormir en su cuarto solita de esa manera. Todas las noches brincaba, saltaba y giraba hasta quedar rendida. Pero había algo que ayudaba a Gatiña todas las noches antes de dormir.

Gatiña sabía que al acostarse soñaría con ser una Gatiprincesa en el reino de la Princesa Andrea Isabella. El reino mas grande de toda la Nación Gatuna. Esta princesa era la más bonita de todo el estado de Gatiflorida y Gatiña soñaba con ser parte de su Corte Real.

Gatiña se imaginaba paseando con la princesa Andrea Isabella por todo su castillo. Imaginaba a la Princesa acariciando su colita, peinando su pelaje, jugueteando con ella todo el día y al llegar la noche dormir al lado de la princesa para guardar sus sueños.

Así Gatiña todas las noches se iba a la cama soñando con ser una princesa y conocer a la Princesa Andrea Isabella.

Justo antes de quedarse dormida, cuando ya se sentía cansada, Gatiña daba gracias a Dios por otro día de vida, por su familia, sus amigos y se quedaba dormida con la imagen de su princesa favorita Andrea Isabella, hasta que abriera sus ojitos al día siguiente y volviera a juguetear por cada rincón de su amado Gati Rico.

Gatiña L'gat Democ