Una Carrera De Obstáculos

La vida del ser humano es una carrera de obstáculos; tú decides si vas a brincarlos.

Llegar primero es algo muy emocionante. Poder demostrarle al mundo que puedes hacerlo y ser el mejor, pero lo que en verdad es importante es el levantarse día a día. Tener la consistencia y el empuje de prepararte a diario. Sudar con todas tus fuerzas. Poner el alma y el corazón a un sueño para unos segundos de gloria. Así es la vida de todo ser humano. Batallar en la contienda, prepararse bien para la adversidad y dar el máximo en esos momentos de gloria, que tal vez te lleven a ser el mejor o simplemente te lleven a demostrar que puedes hacerlo.


Dar lo mejor de ti es tan emocionante como ganar una medalla olímpica. Estar ante los ojos de millones de personas puede ser una sensación indescriptible, pero estar ante los ojos de millones de personas y dar lo mejor de ti sin importar el resultado es ser un ganador. La vida te dará duros golpes. Te podrá dejar extenuado en momentos de dificultad, pero tú te levantarás. Tú dirás al mundo que no morirás sin dar tu mejor batalla. Tú demostrarás que estar en la carrera es lo que cuenta pues el mundo se hará a un lado para dejar pasar a alguien que sabe a dónde va, sin importar cuanto tiempo le tome lograrlo. Al final de la contienda, cansado y extenuado por tu gran carrera de obstáculos por la vida, mirarás a tu lado, suspiraras por haber llegado y te darás cuenta que todos y cada uno de los que corrieron se fundirán en un abrazo después de la meta, porque lo más importante después de la competencia es llegar hasta donde querías llegar, sin importar el resultado y allí es el lugar en donde todos se detienen sin importar de donde vengan. Es allí donde todos miran hacia atrás, ven quienes no llegaron y felicitan a los que llegaron sin importar su posición. Lo importante es demostrar que podemos, lo importante es llegar.


Unos llegan primero y otros después, pero todo aquel que llega es mucho mejor persona por el mero hecho de estar en la meta. Pon tu mirada en lo alto y no te rindas. Atesora los momentos de felicidad y aprende de los momentos no tan gratos. Valora el esfuerzo de los que van corriendo a tu lado, pues sin ellos no podría haber competencia y sin ellos no habría por qué estar en carrera. Da lo mejor de ti en todo momento y no permitas que el desánimo corte tus alas para ir al cielo.
Corre, suda, fatígate al máximo y no pares, esfuérzate y se valiente, ayuda a otros a levantarse y recuerda que hoy y mañana correrás en el frente, atrás o en el medio; lo importante siempre será: dar lo mejor de ti y esperar lo mejor de los demás, prepararte y estar preparado para la adversidad, poner en juego todo lo que tienes, quemar las naves si es necesario y recordar que puedes llegar primero o no, pero debes llegar y si en el camino tropiezas y caes; no importa cuántas veces, vuelve a levantarte. Vamos demuéstrale al mundo de que estas hecho. Deja tu huella en el camino, tu sudor en el trayecto y tu sonrisa y tu corazón en la línea de meta.


Felicidades Javier Culson, todavía falta camino por delante, pero ya has demostrado que conoces bien la carrera y que vas a dar lo mejor de ti, ya para mi eres nuestro campeón olímpico, con medalla de oro o sin medalla vamos siempre a apoyarte, ya Puerto Rico se levantó, levanta tu bandera en alto y demos un gran aplauso a nuestros atletas. Puerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrto Rico, pequeños en tamaño, pero grandes en espíritu, mente y corazón.

                                                                                                                                  Johnny Berríos

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