La Humildad Sobre Todas Las Cosas

Es mejor ser humildes para cuando nos equivoquemos no seamos humillados. Es mejor hacer amigos que vivir enemistados. Recuerda que de este mundo nada podemos llevar al otro mundo que a todos tarde o temprano nos espera.

Si lo ves del punto de vista espiritual, sabes que existe algo más después de esta vida y si lo ves del punto de vista científico: la energía no puede ser creada ni destruida, solo se transforma. Pues, ¿a donde va la energía que está en nuestro interior cuando morimos? De cualquier forma que lo veas, tiene que haber algo más después de aquí y tiene que ser mucho mejor que esto pues no conozco a nadie que haya regresado. Por consiguiente vivamos dedicados a almacenar bendiciones para la vida venidera. No permitas que el hoy nuble tu mente y te deje con las manos vacías en esa otra morada que algún día todos iremos a ver.

Cuando nos afanamos en decir cuan buenos somos en algo en específico, solo aportamos a nuestra ignorancia. Aquel que cree saber todo de algo, nunca aprende nada, y aquel que nada aprende solo conoce el orgullo de su propia ignorancia y su vanidad. Yo ni siquiera puedo decir como decía Sócarates: "Yo solo se que no se nada" pues al menos él sabía que no sabía nada, yo no llego ni a eso. Estoy en el proceso de conocer lo poco que me han enseñado las personas que de una forma u otra me han regalado un poco de su conocimiento.

Seamos pues un reflejo de aquello que queremos ser espiritualmente y no el eco sin sentido de este mundo material. Vive al máximo, disfruta de lo bueno que tiene esta vida terrenal, pero no olvides sembrar la semilla que germinará y dará fruto en el mundo espiritual. Ama, ríe, apasionate, vive, se feliz y no temas a quienes te critiquen; ellos son personas que tiran piedras con techos de cristales. La crítica constructiva es buena, de ella siempre se aprende.

Levanta tu mirada, la solución a todas tus situaciones esta en el cielo y no en la tierra.


Que nadie robe tu paz, que nadie guie tus pasos y sobre todo, que nadie determine tu felicidad.

Solo recuerda que tú y tu casa deben servir a Dios, lo que digan los demas no importa, solo importa el amor que tú les brindarás sin importar lo que hagan o digan de tu vida. La más grande lección de humildad la dio un hombre que murió por nuestros pecados. Un hombre que siendo el mas grande Dios, se hizo carne para demostrarnos como tenemos que vivir nuestra vida. Aquel que se crea digno de llevar esa cruz,  de dar ese ejemplo, de vivir de esa manera; que tire la primera piedra. Sigamos el ejemplo de humildad de Jesus, el hijo de nuestro Padre Celestial, y dejémonos de pequeñeces. La realidad es, que somos nada y que sabemos mucho menos que nada, cuando decimos que lo sabemos todo. Oremos por esas personas, para que puedan conocer a Dios y así nuestro amor habrá dado fruto.

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